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viernes, 10 de junio de 2011

Freud trató al hombre lobo


Sigmund Freud hizo referencia de “un hombre lobo” en su libro:”De la historia de una Neurosis Infantil (1918). Se trataba de un hombre que padecía una fobia infantil por muchísimos años, y la compulsión a la neurosis se le desarrolló a los diez años.
   El hombre lobo estuvo en tratamiento en varios Sanatorios, por sufrir una grave incapacidad por cinco años. Fue tratado por  Ruth Mack Brunswick y al convertirse en hipocondríaco le piden apoyo a Freud. Brunswick al evaluar sus primeros síntomas lo diagnosticó como “paranoico”.
   El hombre lobo se hizo muy amigo de Muriel Gardnier quien lo ayudó a realizar su autobiografía y lo asesoró.
.    En sus últimos años el hombre lobo  fue tratado por otros Analistas. Debido a la Revolución tuvo que vivir fuera de Rusia. Al final de su vida fue entrevistado sobre su vida y enfermedad por el periodista Karen Obholzer, que publicó gran parte de este material después de su muerte (Obholzer 1982.
¿Quién era el hombre lobo?
    Tenía 20 años de edad, era ruso, de una familia adinerada, hijo de  un juez honorario y activista que incursionó en la política. En el momento de la consulta, él era el único de su familia que vivía, ya que su padre y hermana murieron, su hermana se suicidó. Tenía aprobada la secundaria, la educación la realizó en una exclusiva escuela privada y dependía totalmente de su herencia para contar con sus ingresos, una herencia que sería administrada por su madre hasta que cumplió veintiocho años. El Hombre Lobo consulta a Freud en Viena, donde se encontraba de visita, después de que él había tenido una diferencia con Kraeplin, su médico tratante, que había recomendado que no se casara con Therese, una enfermera menor que él, extranjera, a quien el Hombre Lobo se había reunido en el sanatorio y que había sido su enfermera.
   El hombre lobo vestía extrafalariamente, llamaba la atención. Tenía la ayuda de su valet personal y de un médico particular. A Freud le impactó la dependencia que tenía con ambos.
   Tenía una dependencia hacia las otras personas, lo que hacía que no se ocupara de sus necesidades más mínimas
   Freud lo trató por motivos sociales y emocionales relacionados con la incapacidad en su mente, producto del desarrollo de la gonorrea cuando tenía dieciocho años. Él se consideraba a si mismo “favorecido por la fortuna”.
   Los problemas psicológicos del hombre lobo vienen desde su infancia. Su carácter cambió a la edad de 11 años y medio, al convertirse según Freud en “irritable y violento”(1918):15. Freud identifica sus “traumas” siguientes: la seducción a su hermana, cuando era pequeño y pudo ver a sus padres teniendo relaciones sexuales y estaba al cuidado de ingleses muy crueles que prometieron atacar y maltratar a su niñera (“Nanya”).
   Su única hermana se suicidó muy joven. Cuando él era niño, ella le mostraba frecuentemente la imagen de un lobo, esto lo asustaba y le producía mucha angustia. Igualmente según le ocasionaba emociones en conflicto, se sentía complacido por el aumento de su herencia y se deprimió por la pérdida de su familiar.
   La influencia que tuvo Nanya en él fue muy significativa, le planteaba situaciones y le enseñó más que nadie. Freud la describe como sencilla, amorosa, religiosa, rígida, ya que había perdido a su propio hijo y por eso se dedicó al hombre lobo.
   Con respecto a la “compulsiva elección de los objetos de amor del hombre lobo” Freud destaca que en sus primeras consultas con él el hombre lobo había padecido gonorrea en un romance con una joven sirvienta. En los últimos años, se casó con Teresa, a pesar de la recomendación de Kraepelin. En los últimos veinte años de su vida, después de la muerte de Therese, tiene como amante a una mujer de muy baja clase.
   Las pesadillas y recuerdos del hombre lobo eran escenas donde lo perseguían y lo aterrorizaban animales _ lobos, orugas gigantes y caracoles, en las que quedaba paralizado con miedo e impotencia.
   Cuando era niño torturaba a los animales.
   Cuando tenía cuatro años soñó que en un invierno, cuando pasó cerca de una ventana se abrió y con mucho terror vio a seis o siete lobos blancos sentados, inmóviles en un árbol; él gritaba de terror por temor de ser comido por los lobos y despertó cuando fue consolado por su niñera.
   Freud en su análisis llegó a la conclusión de que el sueño representaba el miedo a la castración del hombre lobo, que fue el resultado de ver a sus padres teniendo relaciones sexuales.
    Cuando Freud estableció límites a la dependencia transferencial del hombre lobo, el análisis tuvo un giro decisivo: Freud fijó arbitrariamente la fecha de terminación. El hombre lobo siguió por su propia cuenta. Esta acción de Freud le produjo una notable y dramática mejoría.
Fuente:María Carmen Gear, Ernesto César Liendo,"Changin mind sets"