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miércoles, 9 de julio de 2014

Estudios recientes han concluido que las emociones básicas son cuatro, no seis como se pensaba hasta el momento.

Científicos de la Universidad de Glasgow (Escocia) han demostrado muy recientemente que las emociones básicas: tristeza, alegría, miedo, sorpresa, ira y angustia, en realidad no son seis, sino cuatro. El resultado de sus investigaciones desprende que el miedo y la sorpresa, por un lado, y la ira y la angustia por otro, comparten movimientos faciales cuando comienzan a manifestarse: en el miedo y en la sorpresa el individuo abre mucho los ojos, mientras que en la ira y la angustia encoge la nariz; por lo tanto, al compartir movimientos faciales, se considera que pertenecen a la misma categoría. El Dr. Paul Ekman, profesor de Psicología del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California, San Francisco (UCSF), pionero en el estudio de las emociones y de la expresión facial de las mismas, fue el primero en afirmar que existían seis emociones (tristeza, alegría, miedo, sorpresa, ira y angustia) que independientemente del idioma o cultura, son universalmente reconocidas y fácilmente interpretadas a través de expresiones faciales específicas. Las denominó Emociones Básicas. El equipo del Instituto de Neurociencia y Psicología de la Universidad de Glasgow (Escocia, Reino Unido) ha presentado una nueva investigación en ese campo que le ha llevado a afirmar que son sólo cuatro las Emociones Básicas, puesto que las otras 2 son variaciones de las principales. Los investigadores plantean que si bien las señales de expresión faciales de felicidad y tristeza son claramente distintas durante todo el tiempo en el que se expresan, el miedo y la sorpresa comparten una señal común (los ojos abiertos) cuando comienzan a manifestarse. Del mismo modo, la expresión de ira y de disgusto comienza con un movimiento que arruga la nariz, lo que se considera una señal muy básica de peligro, de ahí podría venir la expresión: “olfatear el peligro”. El estudio se realizó mediante un programa de ordenador que recurre a cámaras que capturan una imagen tridimensional de los rostros de un grupo de personas especialmente entrenadas para activar de forma individual e independiente los 42 músculos faciales. Basándose en esas grabaciones, el ordenador puede generar en un modelo expresiones faciales específicas o aleatorias para imitar todas las expresiones emocionales. Una vez diseñado el modelo, pidieron a un grupo de voluntarios que lo observaran mientras éste mostraba varias expresiones, y que dijeran qué emoción se estaba expresando en cada caso. A través de este método descubrieron que las señales de miedo/sorpresa e ira/disgusto se confundían al iniciarse la expresión y sólo se volvían más claras después, cuando se activaban otros músculos que intervinieran en la expresión final de la emoción. Este grupo de investigadores tiene previsto ampliar el estudio a expresiones faciales de las diferentes culturas incluidas las poblaciones de Asia oriental que, como ya han confirmado los científicos y a diferencia de los occidentales, interpretan algunas de las seis emociones básicas de forma diferente, poniendo más énfasis en las señales de los ojos que en los movimientos de la boca. Paloma Hornos Terapeuta de Gestión Emocional www.gestionemocional.com

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