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viernes, 26 de octubre de 2012

Síndrome de Hubris por Dr.Alberto Isaías Guilarte


   ¿Qué es el Síndrome de Hubris?
   Lo padece una persona cuando es prepotente, orgullosa y se cree superior a los demás en conocimientos y  astucia en actividades políticas, culturales y religiosas.
   En el terreno político cuando adquieren el poder, éste les enferma o es que  al sentirse que están en posiciones más altas que sus dirigidos o conciudadanos, se consideran inalcanzables, “semidioses” o se le subieron los “humos a la cabeza”.
   Los que poseen el poder no siempre toman las mejores decisiones, sus colaboradores y sus connacionales las califican como irracionales y no se ajustan a las soluciones que deberían aportar.
   Estas personas que presentan ésta anomalía padecen el Síndrome de Hubris, tienen altos cargos en un gobierno y generalmente son políticos.
   Si en sus entornos políticos y sociales cuentan con personas que los enaltecen o les exageran sus supuestos logros, para buscar beneficios personales, permiten que inconscientemente su yo “enfermo” cree que sus tomas de decisiones sean las eficientes y acertadas y ajustadas a la realidad, por el contrario es una distorsión de sus ejecutorias.
   En algunos casos, las personas que están en el poder toman decisiones surrealistas para los que las analizan, también para los que los orientan en sus planificaciones.
   Pero de dónde viene el término “Hubris”: hubris o “hibris” en griego se refería a acciones vergonzosas y humillantes sobre una víctima por el placer del abusador.
   En la actualidad reconocidos líderes mundiales o jefes de estados presentan las características de padecer el síndrome de Hubris.
   Se creen invencibles y ven enemigos en todas partes, es común entre los gobernantes.
   Podemos enumerar ciertas características que poseen esos gobernantes con Síndrome de Hubris:
1.      Tienden a ser narcisistas al ver al mundo como si estuvieran actuando en un escenario donde ejecutan el poder y buscan la gloria.
2.      Con sus acciones enaltecen su imagen.
3.      Se preocupan en demasía por su imagen y presentación.
4.      Se consideran que ellos son los salvadores de la Patria al realizar sus acciones y por lo cual hay que exaltarlos.
5.      Hablan de si mismo en tercera persona o nosotros.
6.      Una excesiva confianza del propio juicio y un desprecio por los consejos o las críticas de los demás.
7.      Se creen omnipotentes y sus enfoques personales son exagerados.
8.      Se consideran que no le deben rendir cuentas a colegas, a la opinión pública; la Corte ante la cual deben responder es ante Dios o la Historia y creen que esa Corte los absolverá.
9.      Agitación, imprudencia e impulsividad.
10.  Una pérdida de contacto con la realidad, a menudo vinculada a un aislamiento paulatino.(1)
   El psiquiatra Manuel Franco, Jefe de Servicio del Complejo Asistencial de Zamora, España, explica lo que pasa con los líderes políticos:
              Una persona más o menos normal se mete en política y de repente alcanza el
               Poder o un cargo importante. Internamente tiene un principio de duda sobre
               si realmente tiene capacidad para ello. Pero pronto surge la legión de incondi-
               cionales que le felicitan y reconocen  su valía. Poco a poco, la primera duda
               sobre su capacidad se transforma y empieza a pensar que está ahí por méritos
               propios. Todo el mundo quiere saludarle, hablar con él, recibe halagos de be-
               lleza, inteligencia y hasta liga.
               Pronto se da un paso más” en el que ya no se le dice lo que hace bien, sino que
               menos mal que estaba allí para solucionarlo y es entonces cuando se entra en
               la ideación megalomaníaca cuyo síntomas son la infalibilidad y el creerse in-
               sustituible”
               …”comienza a realizar planes estratégicos para 20 años como si ellos fueran
               a estar todo ese tiempo, a hacer obras faraónicas o a dar conferencias de un
               tema que desconocen”.
               Tras un tiempo en el poder llegan a “sospechar de todo el que haga una
                mínima crítica y a, progresivamente, aislarse de la sociedad”
                Tras un tiempo en el poder, los afectados por el “Hubris” padecen lo que psi-
                 copatológicamente se llama ' desarrollo paranoide'.
                 Todo el que se opone a él o a sus ideas son enemigos personales, que respon-
                 den a envidias. Puede llegar incluso a la  'paranoia o trastorno delirante', que
                 consiste en sospechar de todo el mundo que le haga una crítica y a, progresi-
                 vamente, aislarse de la sociedad. Y,así, hasta el cese o pérdida de las relacio-
                 nes, donde viene el batacazo y se desarrolla un cuadro depresivo ante una si-
                 tuación que no comprende”, concluye el Dr.Franco.(2)















Fuente:
1.      http://www.fundation_besnard.org/article.php3?id.article-906
2.      http: //www.el mundo.es/el mundosalud/2008/04/18/eurociencia/120854183.
     3.    De Wikipedia, la enciclopedia libre

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