LIBERTAD Carlos J. Vaquero

Hoy es un día especial, 06 de junio del 2014. Hoy se conmemora el aniversario del famoso desembarco de Normandía. 70 años han pasado de aquel día. Más de 200.000 personas desembarcaron en la costa de Francia y sirvieron de puente para que alrededor de 3.000.000 de hombres entraran en Europa y expulsaran para siempre el nazismo. No pretendo dar lecciones de historia, debe de existir cientos de personas que saben más que yo. Me quiero centrar en la valentía de aquellos héroes, hombres que dieron su vida por la libertad de personas desconocidas, por devolverles la libertad que un buen día se les quitó, pero sobre todo quiero darles las gracias por ayudar a que hoy el mundo sea mejor. Muchos podrán pensar que ese acto se culminó porque las grandes jerarquías de aquel momento no podían permitir que les quitaran el poder, pero aunque pueda ser verdad a mi me da igual, yo no pretendo encumbrar al poder, sino alabar a la persona que un día dijo basta a la tiranía, basta a la opresión y lucho hasta la muerte por devolver al mundo la libertad que tan injustamente unos desalmados quitaron. Miles de personas murieron en aquellas playas aquel día, miles de ilusiones, de esperanzas, de vivencias quedaron depositadas para siempre en la arena. Esos soldados lucharon por devolver la libertad a millones de personas, a que volvieran a retomar sus vidas, a que sus ilusiones volvieran a resurgir del pozo de la miseria y la desolación, simplemente murieron por hacer de este mundo un lugar mejor. La historia no se debe de olvidar, nos pertenece a todos, y por eso es fundamental volver a recordarla, sobre todo actos tan solidarios como los vividos en aquellos días. La xenofobia que impulsó aquel régimen nazi no debería de volver a existir. El respeto al prójimo, a sus ideas, a su piel, a su religión, las deberíamos de llevar marcado a fuego en nuestro ADN.