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viernes, 4 de octubre de 2013

Capítulo XVII de la novela la motolita de Alberto Isaías Guilarte

La época de los exámenes finales altera la vida de los estudiantes, su preocupación por pasar todas las materias, l angustia al estar estudiando intensivamente y sentir que le falta tiempo para aprender o repasar los conocimientos. El grupo de estudio de Lérida está muy atareado y siguen un cronograma que hicieron para sacar las materias por orden de dificultad. Van al cafetín y comen apurados, cuando llegan a sus casas, reposan después de la cena y cada uno individualmente estudia hasta altas horas de la noche. Lérida había revisado la cartelera donde, luego de finalizado el semestre, se encontraban todas las notas de las materias. Introducción al Derecho, la había eximido con 19 puntos y no “precisamente por quemarse las pestañas” como dicen los pavos, sino porque el Profesor Luis Eduardo Sierra le obsequió la nota en correspondencia a los favores recibidos. Ella temía que le fuese a poner una mala nota porque lo había ofendido, no volvió a actuar con él y por el contrario, él trataba de acercársele y buscarla pero se sentía un perdedor ofendido y no lo hacía, ante el temor de que ella lo desacreditara en público. Ante esas fuerzas antagónicas de aceptación y rechazo, ninguno cedía y lo mejor era no acercarse al otro, por el temor uno al rechazo y la otra para sentirse lo dominaba al guardarle el secreto de su función sexual. Sociología Jurídica también la eximió con 20 puntos, su correspondencia amorosa con el Profesor Raúl Manrique le permitió la gratitud del amante a su máxima expresión. Nadie se imaginaba como había logrado obtener esas notas y eximir ambas materias. _ Te felicito Lérida por haber eximido Introducción al Derecho y Sociología Jurídica_ le dijo Joao Freitas dándole un fuerte abrazo. _ Yo también te felicito y deseo que pases con buenas notas las otras materias_ manifestó Efraín Perdomo besándola en la mejilla. _ Chama mi amiguita del alma no digo eximes esas materias sino se que vas a pasar con excelentes notas las demás_ enfatizó Olga y la abrazaba, besándola en las mejillas. _ Pero bueno! Ya está bien! Tuve buena suerte, estudié y me eximieron esas materias y para el segundo año, primeramente Dios y la Virgen de las Nieves, como dice mi abuelita_ les interrumpió Lérida. Ahora a ella le correspondía salir bien en las restantes materias, claro tenía más ventajas que sus compañeros al no preocuparse por las dos materias que había “eximido con la ayuda de sus atributos”. El grupo de estudio repasó intensivamente las materias que debía presentar Lérida. Todos aprobaron el año, más o menos con notas regulares. Cuando vieron la nota del último examen y constataron que todos habían pasado, Efrén gritó: _ yes, yes, yes. Se arrodilló en el piso y dobló los brazos y los haló hacia adentro como si poseyera una hembra imaginaria, era la representación del triunfo. _ ¡Viva! ¡Viva! Pasamos al segundo año_ gritaban en coro Olga, Lérida y Joao. _Bueno esto merece una celebración, hacemos “una vaca” y entre todos pagamos las cervezas. O. K. _ los invitó eufórico Efrén. _ Arrancamos de una vez para la cervecería de Chacaíto _ gritó Joao. En la cervecería habían pocos clientes, pidieron una ronda de cervezas y Efrén levanta la jarra y brinda: _ ¡Salud! ¡Por nosotros!, ¡por haber pasado lisos a segundo año! Todos levantan las jarras y exclaman: _ ¡Salud! ¡Por nosotros! Cuando Lérida se sentía un poco mareada, invitó al grupo a irse a sus respectivos hogares. Al llegar a su casa, le pidió la bendición a su mamá y al besarla, enseguida le aclaró que había bebido unas cervezas porque, porque junto con sus compañeros del grupo de estudio habían pasado todas sus materias y había aceptado celebrarlo con ellos. Justificaba el hecho y aclaraba que a ella no le gustaba tomar y por esta ocasión tan especial lo hizo. Al tener una semana de vacaciones, quiso cambiar de ambiente y les solicitó a sus padres la dejaran pasar quince días con su prima Fanny Andrade González, en Puerto La Cruz, quien se había graduado de Abogada y estaba ejerciendo su profesión. Le argumentó a sus padres, le convenía visitar esa prima, para intercambiar ideas sobre el ejercicio de su carrera y darle ánimos por haberse sanado de una enfermedad, saber de su tía y demás primos. Fanny tenía 38 años, blanca de estatura mediana, ojos grandes, cejas pobladas, nariz ancha, labios carnosos y un cuerpo torneado, del sobresalían sus senos y nalgas. Ella nació en Puerto La Cruz, es soltera y trabajó de cajera en un supermercado de una importante cadena de ese ramo en Barcelona (Estado Anzoátegui). Ella es muy apegada con su hermano Luis Antonio, quien le lleva 5 años, comparten juntos muchas actividades: fiestas, juegos deportivos, cine, teatros, etc. Luis Antonio estaba muy deprimido porque sufrió una decepción amorosa, él es muy sentimental y emotivo. Una noche llegó Fanny a visitarlo, para distraerlo, lo notaba muy deprimido y no le provocaba salir a distraerse, abrió la puerta de su casa y lo llamó, al no recibir respuesta corrió hacia el último cuarto y pegó un grito aterrador. Luis Antonio, estaba colgado de un mecate, amarrado al cuello, una silla la había lanzado al piso. Su cuerpo oscilaba y cuando ella lo tocó, estaba agonizando. Buscó un cuchillo, enderezó la silla, se montó, abrazó a su hermano y soportó su peso cuando cortó rápidamente el mecate. Dando gritos llamó a los vecinos, lo trasladaron en un carro al hospital central, lo ingresaron en la unidad de Terapia Intensiva. Estuvo tres días esperando su recuperación y fue su casa a descansar, cuando lo trasladaron a una habitación Fanny llegó a su apartamento, comió una cena liviana, esos tres días y noches infinitas, casi no probaba bocado, al acostarse empezó a sentirse mareada y con un fuerte dolor de cabeza: Gritó: ¡Auxilio me siento mal! Al despertar luego de estar 3 días en la unidad de terapia intensiva del hospital donde está recluido su hermano, el médico tratante la calma diciendo no se angustie, está evolucionando muy bien, sufrió un accidente cerebro vascular con predominio del hemisferio derecho, por eso tiene una hemiplegia del lado izquierdo, poco a poco recuperará su conversación fluida y sus movimientos. Luego de seis meses de tratamiento y rehabilitación, un período muy doloroso, angustioso y de tener muchas ganas de curarse, con mucha fe y esperanza en volver a sus actividades normales, con su constancia y perseverancia logró salir airosa de tan penosa enfermedad. Uno de sus médicos tratantes, un famoso Neurocirujano, descendiente de japoneses la ayudó a curar. Ella muy inquieta y para retar a este médico, decidió inscribirse en la carrera de Derecho, para “darse ánimos en saber que podía pensar bien e integrar su cerebro” ya que el Dr. Jim Yamoto tenía reservas en que más adelante podría estudiar. Al tener su título se presentó en su consultorio y le dijo: mi estimado doctor, yo me propuse retarme a mi misma y probarme que podía sacar una carrera universitaria, gracias a Dios y a la Virgen…y muy especialmente por su apoyo. Fanny ha tenido muchos pretendientes, y también quiso probarse que podía tener relaciones sexuales con un hombre, sin que su cerebro tuviese alguna alteración por ese hecho. Disfrutó muchísimo cuando se le entregó a un excompañero de clases y colega, luego de 1 año de amores, no se comprendieron y terminaron la relación. También le afectó esa relación y entendió a su hermano, si una o uno está débil en su carácter, tiene la autoestima baja, no hace el duelo, puede caer en una depresión y al bajarle las defensas del sistema inmunitorio, se generan las enfermedades terminales. Se propuso “no pararle tanto a las relaciones con los hombres”, la pasaría bien, ella no tenía tabúes sexuales, seguía trabajando en el supermercado como Asesora Jurídica, ganaba bien, disfrutaría la vida. Si perdió la telita de la virginidad, eso no era motivo para disfrutar del sexo, tenía que cuidarse y escoger con quien compartiría su amor. A lo mejor también lo que buscaba era vengar inconscientemente, la decepción amorosa ocasionada por el colega y que ella creía se iba a consolidar con un matrimonio. Si la seducían se dejaba seducir y si iban a la cama, maravilloso, la pasaban bien y no importaba si se repetían las relaciones con el mismo sujeto ¡Lo importante es que te satisfagan y la pases chévere! Llegará el verdadero amor en sus momentos. Lérida la telefonea y le dice que si está de acuerdo, pasaría quince días en su apartamento, ella se alegra mucho y le responde será maravilloso compartir esos días, la felicita por haber pasado para el segundo año y la llama” futura coleguita”. La motiva a irse lo más pronto posible. Al llegar a Puerto La Cruz, una ciudad en constante crecimiento y expansión económica, cultural y social en el oriente del país, Lérida se sorprende cuando su prima le dice que tomó sus vacaciones para disfrutarlas juntas. Asisten a las mejores playas, aceptan invitaciones y van a bailar con amigos a discotecas, disfrutan de restaurantes, visitas a casas de la Tía Marta y de sus otros primos, de infinidad de amigos. Van a centros comerciales, se bañan en las piscinas de grandes hoteles, ven varias películas y cuando se van a acostar conversan hasta tempranas horas de la madrugada. Unos amigos las invitan para conocer las aguas termales de Carúpano, van a llegar a la casa de un familiar de uno de ellos y ambas aceptan complacidas. El trayecto por la carretera de la costa, a pesar de las innumerables curvas, le parece con unas vistas espectaculares, los paisajes de mar, de islas, de cocoteros, de playas extraordinarias. Disfrutan de los antiguos negocios de las aguas termales, una con un pequeño riachuelo de aguas calientes, que van pasando por piscinas y los otros con instalaciones más modernas, que invitan a pasar todo un día en esos lugares turísticos, con bellas instalaciones y sobre todo el regalo de la naturaleza, aguas sulfurosas medicinales. Fanny conversa mucho con ella, dándole tips de cómo debe ser la actuación profesional, el tener ética y garra para los negocios. Le indica se especializará en Derecho Penal, ahora con los juicios orales, debe tener dominio de la escena, hablar bien, saber persuasión, mediación para tener la capacidad de convencer a los clientes, defenderlos y destacarse en los tribunales. Lérida la oía atentamente y grababa en su mente las estrategias y las recomendaciones de su prima, la cual la veía como una “astuta zorra”, que merodea a su presa, la acorrala y cuando todas las condiciones le son favorables la ataca para devorarla. Gregorio Galíndez está tratando de seducir a Lérida, durante el trayecto fue muy atento con ella, le brindó el desayuno, frutas y dulces y el almuerzo. Omar Patiño lo está siendo con Fanny, también le pagó lo que ella consumía y luego de cenar chorizos, morcillas y arepas raspadas, le propuso al grupo ir a bailar a un bar familiar a la orilla de la playa. Todos aceptaron la propuesta y lo hicieron hasta el amanecer, cada una de las parejas se “empató”, se correspondían con besos, caricias disimuladas y el frotar de sus cuerpos encendidos, no solo por el consumo de tantas cervezas sino por la pasión generada por la receptividad recíproca. Omar conduce su vehículo nuevo, hacia una playa solitaria, ninguna de las chicas le puso objeción a la iniciativa. Cada pareja busca retirarse y ocultarse tras los montículos de arenas y pequeños arbustos, se acuestan en la arena, los besos apasionados, las caricias propician la realización de la danza amorosa. Cuando el sol emerge del mar, con su faro de fuego separando la oscuridad y rodando en el horizonte la gran bola de luz, los amantes con sueño abordan el vehículo para dirigirse a la casa donde están alojados. Duermen hasta tarde, almuerzan un sancocho de pescado que todos contribuyeron a preparar y deciden regresar a su destino de origen. Los amigos se despiden, diciendo cuando volverán a repetir los momentos tan gratos que pasaron juntos, ellas le contestan será den otra ocasión que se lo permitan sus ocupaciones. Fanny le comenta a su prima, que como futura colega ya tienen un secreto profesional, nadie debe saber lo que pasó esa noche. La prima con un amplio expediente de secretos, le contesta complacida:_ Chama ni que yo fuera una carajita quinceañera boca floja. Prima me has enseñado mucho y te agradezco tu bello gesto de compartir plenamente nuestras vacaciones, las cuales van a ser inolvidables. Nosotras nos llevamos muy bien porque nos parecemos y casi pensamos iguales. No le paramos bolas a la vida, ya que la vida no nos para bolas a nosotras_ con su convicción y segura de si misma, las palabras le llegaron a la otra, se abrazaron y se besaron. Cuando visitaron a Luis Antonio, quien estaba más optimista, se había integrado al trabajo, y nuevamente echaba chistes, ya que recibió tratamiento psiquiátrico; Lérida lo aconsejó diciéndole debía amarse más a si mismo, pronto encontraría a otro amor porque la vida es como visitar un país que tiene tantos castillos con muchas puertas, cuando te cierran alguna, la felicidad “esa amistad que debemos cultivar”, nos permite abrir la adecuada al tiempo y a la ocasión. Él agradeció sus palabras con un abrazo fuerte y un beso y le dijo: _ coño prima se ve que cuando uno está estudiando en la universidad se vuelve un filósofo, un intelectual, un poeta, no se que vaina…pero tus palabras me dan una brisita para seguir adelante. Dígame que a mi no solo me cerraron una puerta, pero no joda, esa puerta la clausuré con ladrillos y nadie más la puede abrir. Yo se que me van a abrir muchas puertas y voy a seguir tu consejo al pie de la letra. Coño ojalá que puedas venir para otras vacaciones a pasarlas con nosotros, aunque yo no salí con ustedes estoy seguro que con mi hermana Fanny la pasaste del carajo_ _ Si primo la pasamos muy bien, de pinga. Ojalá pueda venir en otra ocasión y saldremos todos a divertirnos. Me voy muy contenta porque te veo como el Luis Antonio mejor que antes. Chao primo_ se volvieron a abrazar y besar muy emotivos. Lérida se despidió de Fanny y regresó a su casa en un autobús con aire acondicionado. Su familia se alegró muchísimo al verla y estuvieron conversando de los detalles del viaje, de los familiares hasta cercana la medianoche, cuando su papá les ordenó irse a dormir porque como siempre él debía levantarse muy temprano. Lérida cuando despertó vio su reloj y se asombró era casi la una de la tarde.

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