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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Capítulo N.12 de la novela La motolita de Alberto Isáías Guilarte

Lérida Gamarra Andrade acude la cita con el Dr. Poleo y le informa estar durmiendo mejor, no tiene ya las pesadillas y le solicita reducir las dosis de los medicamentos por tener dificultad para pararse temprano para ir al Liceo. El Dr. Poleo la felicitó por su fuerza de voluntad, de colaborar con su tratamiento y le redujo la dosis de los medicamentos. Le ordenó <> Al acudir al mes a la Consulta, cumple su palabra y le da cita de control a los 6 meses. Para variar de lectura abre la Biblia al azar y lee en voz alta: José y la esposa de Potifar Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas o a que lo habían llevado allá. Más Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José gracia en sus ojos, y le servía: y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en manos de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia. Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer del amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuánto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios? Hablando ella a José cada día, y no escuchándola a él para acostarse al lado de ella, para estar con ella, aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los casa allí. Y ella lo asió por la ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyo y salió. Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera, llamó a los de la casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces; y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió. Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa. Entonces le habló ella las mismas palabras diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme. Y cuando yo le alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera. Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del Jefe de la cárcel. Y el Jefe de la cárcel entregó en mano José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No necesitaba atender el Jefe de la cárcel cosa alguna de las estaban al cuidado de José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba. Al terminar de leer este capítulo de la Biblia, se pregunta << ¿ Será posible que Dios me esté hablando en este pedazo de la Biblia? Yo que la tomo y la abro de repente sin proponérmelo, y aparece este relato que me está diciendo cambia y esta mujer se parece a mí, claro yo no soy casada y ella si, trató de seducir a otro hombre, lo injurió y lo metieron preso siendo inocente. Yo tengo que dejar de ser poseída por hombres que a mí me gustan. ¡Cónchale dedícate primero a tus estudios! Ese es el camino para que seas una profesional en la vida y tengas un hogar estable, legal y puedas con la ayuda de tu esposo tener hijos, bienes y mejorar cada día tu calidad de vida. Hazle caso a las enseñanzas de tus padres y a la de tu abuelita. Deja de ser una pecadora. Otro día seguiré leyendo la Biblia>> Cerró el libro sagrado y se acostó a dormir. Lérida se dedica a estudiar con más ahínco y a recuperar las materias con bajo promedio. Llegó el mes de Julio y los exámenes finales. Se trasnocha estudiando y repasa todas las materias. Logra pasarlas todas con nota regulares. Ya las pesadillas son un mal recuerdo. Todos los domingos sigue la rutina de acompañar a su mamá a misa. En su casa ayuda en la realización de oficios del hogar. Oye música, canta las canciones y baila con una escoba, cuando está barriendo el piso de su apartamento. El comité de graduación realizó dos verbenas bailables, a las cuales había asistido Lérida y disfrutó muchísimo. Bailó no permitiendo a sus compañeros pegársele mucho cuando bailaban los boleros o en algunos otros ritmos como el merengue. El acto de graduación se efectuó en la casa de “ Andrés Bello”, acordaron contratar una empresa para usar togas y birretes negros, la foto para la ocasión y cumplir con el protocolo. Después de recibir el título de Bachiller, Lérida se sentía inmensamente feliz por haber logrado culminar esta etapa de su vida estudiantil. Jesusita Flores, alias “fealdad en pasta”, solicitó el permiso para recibir el título de Bachiller, por haber alcanzado el índice académico más alto e igualmente le correspondió dar el discurso en representación de sus compañeros graduandos. <> La mayoría de los estudiantes sollozan tratando de hacerlo en silencio, pero como un eco triste se expande por el auditorio y las lágrimas corren por las mejillas de los graduandos. A Lérida, las lágrimas le brotan y el manantial es fluido, no se puede contener y la cabeza le da vueltas, está a punto de desmayarse. Hace grandes esfuerzos para respirar profundamente, una y otra vez hasta lograrse calmarse. _ Ha concluido el minuto de silencio. Pueden sentarse_ siguió hablando Jesusita Flores. Al sentarse Lérida no la oía y estaba en otra realidad, concientizó la culminación del discurso cuando oyó los nutridos aplausos. Cuando el maestro de ceremonia concluyó sus palabras con el ”ha concluido el acto” por imitación lanzó el birrete al aíre, abrazó y besó a sus compañeros, se decían <> Cuando se terminó el acto, buscó a sus padres, hermanos, a otros familiares y amigos, quienes la abrazaban, besaban y felicitaban por su logro alcanzado. Su papá la invitó a almorzar en unión de todos en una venta de pollos asados, cercana a su casa. Brindaron con cervezas. A los tres meses, después de registrar el título en el Registro Principal, se inscribió en la Escuela de Derecho de Universidad “Santa Margarita”. Ese día su papá se esmeró en llevarla en su vieja camioneta de pasajeros, después de pedirle la bendición y agradecerle haberla llevado, lo convenció para dejarla ir sola ya que a partir de ese momento tendría que hacerlo así. Lo que le preocupaba era que la vieran en el transporte de pasajeros, retocado en la pintura exterior por parches y los asientos con remiendos, a lo mejor sus futuros compañeros “chic” le podrían sacar el cuerpo por no ser de su clase social. Se alimentaba así su prejuicio social del “que dirán”. Así como la carretera muy empinada que la había conducido hasta esa universidad, se había inflado su ego, ¿Por qué debía compararse con los “sifrinitos” provenientes de clases sociales pudientes? No era una muestra de su inseguridad y de no estar segura, de no sentirse bien en la familia de estrato humilde donde había crecido. Los grandes edificios rodeados de árboles y montañas, las bellas caminerías escoltadas por jardines con preciosas flores, el clima fresco y frío, le daban una bienvenida inolvidable. Por lo alto del lugar se sentía más cerca del cielo, las nubes y la neblina arropaban las montañas y despertaban su alma soñadora. En la Escuela de Derecho revisó la lista de alumnos, se encontró y tomó nota de las materias, horarios y los salones donde se impartirían las materias. Se dirigió a uno de los cafetines, compró un “café con leche grande” y un cachito de jamón y queso. Se sentó en una mesa y empezó a escudriñar con los otros comensales, los jóvenes reían haciendo bromas, gritaban y las conversaciones casi no se oían. Al detallar la ropa y accesorios que usaban, se sintió que la de ella era de menor calidad, claro los ingresos de su papá sólo le permitían comprar ropa en el Mercado “Guaicaípuro” a los vendedores informales llamados “buhoneros”. Tenía que hablar con sus padres para hacer un préstamo a alguien de la familia y comprar buena ropa para sentirse igualada a sus futuros compañeros, porque si no se iba a sentir muy mal si alguno la miraba mal o en un momento le diría que su ropa la compraba en los mercados populares. ¿Por qué debía ser ella así? Inconforme, autocrítica. ¿Por qué debía compararse con los que tenían más que ella? Dígame si con los grandes sacrificios de sus padres, no les alcanzaba para las mensualidades, transporte, meriendas, compra de libros, etc. ¿Por qué tengo que enrollarme antes de tiempo? Eso es lo que me pasa a mi, me mortifico por todo, no digo pesadillas le dan a una y no solo por las culpas de las cosas malas que una hace. Sino por todas las pendejadas que una se pone a pensar si se compara con las demás personas. ¡No ya basta Lérida Gamarra! Eso es miedo, la resistencia al cambio. Te encontrarás personas que como tú van con grandes sacrificios como lo estás haciendo tú. Y también habrá sifrinitos que no le paran a esas pendejadas. Bueno por si las moscas haré que me compren ropa de mejor calidad y como dice el refrán: El hábito no hace al monje. Tú te darás tu puesto y como siempre podrás llegar a donde tú quieras. Por eso te pareces a las águilas, vuelan muy alto, estudian a los animalitos que van a capturar, tienen una mejor visión desde las alturas y se lanzan zuas atrapan a sus víctimas y se los comen con sus crías en sus nidos muy altos. Bueno águila deja de filosofar y conquista también este mundo. Se le acerca a una muchacha que está comiendo sola en una mesa de enfrente. Flaca, de color blanco, de cabellera corta de color negro y con lentes con montura al aíre y le pregunta si no le incomoda que converse con ella, la otra mueve la cabeza negativamente, ella le sonríe y se le presenta: _ mucho gusto, me llamo Lérida Gamarra ¿Qué carrera vas a estudiar?_ le extiende la mano y la joven le da la mano contestándole: ¡Hola mucho gusto! Yo soy Olga Pietro, menos mal que tú no eres introvertida y te atreves a relacionarte. Yo voy a estudiar el primer año de Derecho. Lérida grita riéndose escandalosamente: _ No puede ser chama. Qué casualidad yo también voy a estudiar Derecho. Que bueno el destino nos une para ser muy buenas amigas. Olga se sorprendió por la repuesta inesperada de la chica y le pregunta: _ ¿ A que hora te vas? ¿Te vienen a buscar?_ _ Cuando converse un rato contigo y no me vienen a buscar. Mi papá me dejó y se fue para su trabajo. ¿Por qué me preguntas si me vienen a buscar?_ enfatizó Lérida. _ A mi me vienen a buscar mi mami y te puedo dar la cola por lo menos donde puedas tomar el metro_ dijo Olga amablemente. _ Qué bueno. Estoy de suerte hoy porque ya tengo una amiga de la Escuela de Derecho y de paso me va a dar la cola y gracias a Dios. Cuando se acercaba la hora, Olga la invitó a acompañarla al sitio convenido con la mamá, quien la recogió en una camioneta de lujo. _ ¡Hola mami! Bendición tengo el gusto de presentarte a Lérida, quien también va a estudiar Derecho, vamos a darle la cola por lo menos al metro de Petare, como nosotras pasamos cerca de allí, por ir nosotras al Este_ argumentó Olga. _ Mucho gusto señorita mi nombre es Fernanda Gómez de Pietri, me agrada que la nena tenga ya una amiga y con mucho gusto te llevo allá. ¿ Para dónde vas tú?_ dijo la recién llegada. _ Mucho gusto señora, yo soy Lèrida Gamarra y les agradezco su gentileza. Yo voy para el centro de la ciudad, pero está bien me pueden dejar en la estación del metro de Petare para no importunarlas. Lérida se propuso no evaluar ni comparar la situación. Al llegar al sitio indicado dio las gracias y se despidió: _ Hasta pronto señora Pietro, muy amable y muchas gracias. Nos vemos pronto Olga. Chao. Al llegar a su casa, les contó a sus padres y hermano lo sucedido. Les argumentó que debía comprar ropa de mejor calidad para estar mejor presentada, su papá le prometió meter un préstamo a la caja de ahorros de la línea de pasajeros donde trabaja y que ella tenía razón, eso sería un estímulo para sacar buenas notas. Con respecto a la nueva amiga, podría darle la cola de vez en cuando para no hacer de eso una obligación para esa señora. <> _ Yo no le llevo nada con la mía_ contestó el gocho y todos rieron de la broma.

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