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martes, 18 de enero de 2011

La cola apoteosica

La cola apoteosica:
   Ayer cuando me disponía a trasladarme a la universidad donde trabajo, tomé un metrobús de la UrbanizaciónLa Rosa” en Guatire para irme a Petare (Caracas), a pesar  de que mi esposa me había dicho había oído por una emisora de radio hay cola (fila) de vehículos en la autopista “Gran Mariscal de Ayacucho” (como la rebautizaron los que apoyan al poseso), porque había un derrumbe en la misma. Habían entrevistado a una señora que se devolvió tras permanecer 3 horas sin moverse.
   Al bajarse del Metrobús le pregunté a un joven si había obstáculo en la vía, me contestó que no había visto porque se vinieron por la carretera vieja de Guarenas a Petare. Me senté al lado de un señor moreno canoso y entablamos conversación.
_ ¿Amigo que sabes del derrumbe de un cerro sobre la autopista?
_ Eso ocurrió ayer a donde siempre se desprenden piedras sobre la autopista y las habían quitado y el tráfico andaba_ me contestó.
_Pero mi esposa oyó por una emisora de radio local que había un derrumbe.
_ Si al parecer se pusieron los responsables del gobierno a acomodar el cerro y  tapió el canal subiendo a Caracas, las colas empezaron desde las 5:30 a. m._ me enfatizó.
_Yo no me explico cómo se ponen a realizar ese tipo de trabajo de día cuando hay tanto flujo de vehículos que vienen de oriente, de Guarenas y Guatire.
_ Mano así son ellos, parecen que no pensaran y no les importa las incomodidades de los usuarios de la autopista_ respondió.
_ Le pregunté a uno que se bajó del metrobús que llegó y me dijo que se vinieron por la carretera vieja_ le enfaticé.
   El diálogo se hizo fluido, echando chistes y anécdotas, fue cuando me dí cuenta que el Metrobús tomó la autopista hacia Guarenas y no se había metido por la Autopista, en su ruta fijada.
   Nos encontramos con una gran cola y el metrobús iba por la vía donde se desplazaban muy lentamente infinidad de gandolas y autobuses.
   Se encontraban todo tipo de vehículos accidentados (recalentados) sobre la isla de la autopista, nos tardamos dos horas y media en llegar a Guarenas. Una señora con una niña recién nacida, le daba agua en el tetero pero estaba natural y la niña lloraba, uno de los pasajeros le regaló una botillita fría de agua mineral y al dársela la niña dejó de llorar. El metrobús avanzó como dos cuadras y los padres con la niña, se bajaron y empezaron a caminar.
   Un vendedor de café caliente con un termo gritaba anunciando lo que vendía, y algunos pasajeros decían que solo comprarían botellas de agua mineral.
   Le dije al compañero:_ cuando yo iba a trabajar a Maracaibo, los maracuchos decían y brindaban café caliente que con eso se quitaban el calor.
   _ Zape gato garabato ….que va yo soy de la costa, del pueblo de San José de la Sabana y mi que no me vengan con esos cuentos: calor da calor. Yo me lo quito con una cerveza bien friiita.
   La cola no se movía y se continuaron bajando los pasajeros. Nos consultamos recíprocamente el compañero y yo para decidir bajarnos, caminar hacia la parada de los buses que nos llevarían de regreso, así lo hicimos y tuvimos que caminar como 1 kilómetro, porque el autobusete que nos llevaría de regreso, estaba en el terminal a esa distancia. Nos acompañamos hablando, llegamos al terminal, esperamos que el bus se llenara y llegué temprano a mi casa.
_ Hasta luego amigo, que llegue pronto, eso fue lo mejor que hicimos_ le dije.


_ Fue un placer conocerlo_ me contestó el moreno canoso.
Al ver las noticias por televisión en la noche informaron que la Autopista fue abierta tras retirar las piedras a  las 5:30 p. m.
   Mi esposa me dijo debemos oír las señalas que nos da el universo.
   A veces quisiera no ser tan tenaz y terco, pero estás condiciones me han llevado a lo que soy hoy en día.



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